El cuarto expediente.

Y no es el título de una película. Son el número de expedientes disciplinarios que me han abierto hasta ahora en mi trayectoria laboral.
El primero, aún no despuntaba en acciones/actitudes reivindicativas, fue admitido el recurso de alzada. Por lo cual, devolución del dinero que se me había detraído, el equivalente a dos dias de sanción.
El segundo, por muchos conocido, 10 dias de sanción por protestar  contra los recortes a los que había sido sometido por un Gobierno que lo único que pretende es escudarse en una más que evidente crisis económica para menoscabar los avances sociales y laborales conseguidos por la clase media de un país.
El tercer expediente, se convierte en un intento de silenciar las posibles responsabilidades que pudieran tener aquellos que no velan por la salud en el trabajo de los operarios que están  bajo su responsabilidad.
Y con el cuarto, en el que andamos, faltan pocos dias para que los mismos que orquestan y dirigen el acoso laboral al que me están sometiendo decidan sobre la responsabilidad disciplinaria existente.


Así es, mientras ves pasar ante ti todo tipo de personajes con evidentes signos de drogodependencia o personas que por unos supuestos vicios, se dedican a apropiarse de cosas ajenas, preferentemente dinero. A estos nunca les pasará nada, mientras seas dócil en tu comportamiento y  no adquieras vicios del tipo reivindicativo.